20.9.11

hoy que decidí  romperme un tanto, abrirme, quedarme hueco- o huevo, Iam the walrus- ; derramar lo que guardo y llorar. porque a veces es necesario, la felicidad es incompleta si no conoces el alcance del vacío, de la soledad, del arte de observar sin mirar a ningún sitio. la felicidad es el anverso perfecto,  ahora que todo torna suave, ahora que uno vuelve por el camino mal trazado, ahora que todo flores y sonrisas ( y anhelos y miedos, esa es mi  historia) cuando un guiño alado te devuelve al sitio de donde nunca deberías haber salido, cuando cruzas el umbral de lo desconocido pensando que cualquier cosa diferente es mejor a lo catado, saborado, exprimido o calado - fumando- . Y es mentira, o verdad, o mentira. La vida es un gran árbol donde sus ramajes te permiten acomodarte como un pequeño y redondo nido, o  reengancharte cuando por casualidad caes, o cuando dulcemente quieres acariciar el viento por el rostro y decides soltar lastre, desnudarte a este paso de la madrugada, cuando todos duermen y tu vives, o tu reloj medita su tic- tac pensando que quizás es momento de vivir, lanzarte al vacío de los ojos llorosos, del alma cándida perdida en un cuento que le contaron a otro- suena pink floyd, esotérico-.el miedo es para cobardes, tengo miedo. soy valiente, que no cuerdo.

ahora.

A veces creemos que sabemos mirar hacia el futuro, contemplamos las estrellas que nos saben lejanas y echamos de menos el cielo negro y roto, las estrellas, el paso firme del viento templado en una noche cualquiera y entonces decidimos que en ese momento, en ese  justo instante, nada es importante. y lloramos, o gritamos- en mi caso hago silencio y me muerdo las lágrimas, saladas, añorando el fuego de unas tablas y las cervezas bien entendidas, cuando los amigos eran tales y no fotos de recuerdos de bolsillos arañiles, y el recuerdo cae y se rompe en mil pedazos que ya nunca serán engarzados, ni cosidos, ni vividos nunca mas.

 la vida es un espejo a punto de romperse

el pasado, sin embargo,  es un tatuaje a fuego, imperturbable, en el que pasas los dedos y puedes notar las llagas, aunque ya no te hagan daño. el pasado es una sonrisa equivocada, un simple resfriado, asentir con la mirada y negar con el alma, el pasado es brindar de espaldas al futuro, es el camino elegido visto desde el final del camino. el ayer, la añoranza, la melancolía.

y el fuego.

a veces - solo a veces, como cuando la colilla cae de pie en el cenicero- vivimos en el presente, saboreando cada paso que el tacón de tu zapato canta- cloc, tacloc- y tomamos café con espartamo y canela, que mata el amargo y leemos el papel que hoy es periódico y mañana viruta para el cajón del gato que no es presente, ni pasado, solo futuro con ojos amarillos y rasgados, los sentidos que apagamos para seguir siendo presente y dirigir nuestras esperanzas al camino que queda por recorrer, el recto, el que nos marca ( ahora cambia de escala, estaba loco, sin duda) el destino que quemamos en una hoguera de playa, con cervezas verdaderas y el cielo roto, porque llora, porque espejo, porque miedo.

la vida es no, negación, kaputt, adiós, o a veces si, que mas dará, quién es éste que suscribe para hablar de la vida si la vida no soy yo, ni quiero serlo, ni seré ni adiós, tal vez adiós, pero sin dolo, aunque una despedida solo es cerrar una puerta para abrir una ventana, o canto de duelo, un dolor de ojos rojizos, una sonrisa quebrada cuando se entremezclan sentimientos ( la polognesa 53 martillea la alegría de mi desencuentro, ahora cae) y levantas la mano y das un beso, que es una mortaja en el rostro del amigo que pierdes por tomar otro rumbo, o lo ganas, porque un amigo, el de verdad, el que se deja morir, no disfruta de tu partida, pero se hará fuego como el pasado, como el tatuaje, y quedará siempre bajo el tacto, ahora dulce y somnoliento, del paso de los dedos por su escoldo. y esa sonrisa te lo devuelve, y la noche ya no es estrellada porque ya no es importante, ni la cerveza tibia ni el fuego tintinea, solo amigo, y recuerdo y alegría,  entonces lágrimas y espejo, pero sonrisa y anhelo.

a veces se acaba el tabaco, y es tarde para bajar a comprar, o estás dormido, o ya no fumas o no puedes, pero el regusto amargo, el poso que se queda en la boca, te recuerdas que una vez un pitillo fue suficiente para sentirte pleno, para adorar el cielo, brindado con cerveza, a la vera de un amigo.

hoy, que perdí a tantos amigos, sin nada que llevarme al gaznate ni cielo abierto donde empapar mis lágrimas de viento, brindo con lo más profundo de mi alma, por todos ellos

1 comentario:

MorenaaaClaraaa dijo...

Canaam, es bellisima tu prosa realmente poética,me fascino..
Te agradezco haber entrado a mi blog incompleto aún. Esperoque nos sigamos leyendo:))))))))) Morena